Santiago

La zona monumental de Santiago fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984 y vivió un proceso de rehabilitación ejemplar en los años 90. Ahora podemos seguir disfrutando de las formas de la típica ciudad medieval europea: un trazado orgánico, plazas abiertas al albur de las necesidades urbanas y con sorpresas abiertas a quien sepa buscarlas. En el entorno de la Catedral, podéis conocer algo más del fenómeno jacobeo en el Museo das Peregrinacións, situado en la Praza das Praterías. Si al acabar aún queréis explorar fuera de la zona vella, os recomendamos visitar la Cidade da Cultura: situada a unos cuarenta minutos andando, se puede llegar a través de buses urbanos con salida desde Praza de Galicia. Más información de rutas

En la historia compostelana, la relación entre los clérigos catedralicios y los habitantes laicos de santiago tuvo muchos momentos de tensión cuando no de enfrentamiento abierto. Un episodio muy conocido fue la ejecución de los representantes del  Concello compostelano en 1320 a manos del arzobispo pretendiente Berenguel de Landoira (a quien después se dedicó la torre Berenguela). La Catedral, además del espacio litúrgico, alberga un universo sutil que en el que el tiempo se mueve a su propio ritmo. Una visita al museo catedralicio nos sirve como máquina del tiempo y nos ayuda a entender el mundo medieval occidental. Y sí, se expone también el famoso Códice Calixtino. Más información y reservas.

A ver, que la cultura es buena y necesaria pero el comer y beber, también. Si estáis buscando algunas referencias sobre la buena mesa y la zona monumental, no podemos dejar de recomendaros que vermutéeis primero: un mítico local de Compostela, Casa Pepe, abre una nuevo local, Pepe Payá, en la rúa de Cardeal Payá en el que mantiene su apuesta por los buenos embutidos y el vino y vermut de calidad; para la hora de comer:  A horta do Obradoiro, un restaurante nuevo en el que da una vuelta de tuerca a la cocina tradicional gallega para presentarla con una nueva apariencia y el mismo sabor delicioso.

¡Ah, Compostela, trasunto del País de Nunca Jamás! Santiago mantiene su espíritu joven renovado gracias a la Universidade y a su vida cultural. La noche santiaguesa es amable y accesible porque, como dijimos al principio de este post, ¡todo está muy cerca! Encontramos una variedad aceptable de propuestas nocturnas en la zona monumental: desde la salsa y el baile en Século IX o Momo A Rúa, pasamos por la música en directo y el ambiente vivo de A Casa das Crechas, la Borriquita de Belém o bar Embora, pasando por el rock clásico de A Reixa Bar o la coquetería de Atlántico o el espíritu fresco de Bar Camalea. Y mucho más.